Aerolíneas Argentinas...

La azafata de Aerolíneas
Una mañana,cruzando la avenida Rivadavia,una señorita la puso de mal humor.La joven iba adelante de María Francesca.Tuvo suficiente tiempo para observarla hasta el semáforo que le autorizó el paso.Así sin más,todos comenzaron a avanzar rumbo a sus propios destinos y quehaceres.
Ella tenía un vestido celeste,semi entallado hasta las rodillas,un tapado ancho,suelto,en azul la parte exterior y el interior forrado a tono con el vestido. A simple vista se veía de una textura muy buena.
No era muy alta,estaba subida a unos zapatos negros sencillos con poco taco,un bolso azul cuadrado,y hasta el pelo estaba recogido con una goma elástica,celeste y blanca.Una combinación perfecta con además el clásico pañuelo celeste anudado al cuello.Si no era una azafata a punto de ir a tomar una aerolínea,era una encargada o empleada del servicio de la línea de bandera del país, Aerolíneas.
Siendo frecuente en Acoyte y Rivadavia ,un punto de encuentro de taxis ,reuniendo personal hacia aeroparque.
Cuando Francesca ve una azafata por ejemplo,cuando tiene la posibilidad de viajar ,o ver los aviones en el transitar con su auto por aeroparque en su ascenso,descenso,algo le pasa internamente.
No puede evitar un cosquilleo en su corazón.Por lo que, esa mañana tan fría,la imagen de la azafata le trajo el vuelo,el viaje de la melancolía.
Entró a Impala,entre Rosario y José María Moreno,para esperar la llegada de Luciano. Le pidió al mozo un cortado en jarra. Si Francesca tuviera que ponerle un título a la escena del semáforo,sería "su frustración de ser azafata,y la obligación de seguir la carrera de letras".
El ventanal del bar le permitía tener un panorama amplio y cómodo del exterior ante el movimiento intenso en la calle.
Una especie de pasarela pública,una gran vidriera pública donde se puede apreciar libremente hasta el gesto de las personas,el andar y hasta el estado de ánimo de los que vienen y van.
Suena el celular, Luciano avisa que llegará  quince minutos tarde ,un piquete en pleno centro lo va a atrasar.Qué raro,así se vive últimamente en Buenos Aires,siempre con cortes en la vía pública.
El sillón de pana celeste de Impala Parque,la invita a acomodarse ,mientras saborea su café.
El recuerdo de la azafata no se despega de su memoria,hasta diría que necesita recordarlo,aprovechando el momento libre.El mozo sirvió también unas pepas caseras de dulce de batata,un vaso de agua y otro de naranja.Disfrutó del sabor del cafecito y su aroma siempre estimulante.
En un par de minutos repasó aquellos años de la adolescencia,donde sus padres,en especial su mamá, dado que su esposo Franco hacía lo que ella decidía,tomaba decisiones en la familia.Al menos hasta que Gianna falleció.
Ni bien hubo finalizado el secundario(durante los cinco años solía llevar la bandera papal o escolta por sus altas notas),Francesca le manifestó a su madre que quería ser azafata de vuelos nacionales y después internacionales.
Gianna se enojó esa tardecita ante la novedad e inquietud de su hija de ser una "simple azafata",según sus palabras. Ella suponía que continuaría la carrera de Franco,contador público o alguna rama de la abogacía como el resto de sus hermanos.
-María Francesca,la hermana Bernarda me comentó que sos sobresaliente en literatura....vas a seguir estudiando la carrera de letras ,es conveniente para tu futuro!
La negativa de su madre fue un muro imposible de quebrantar.De haber tenido un lugar donde refugiarse y recibir lo básico en manuntención ,se hubiese ido de su hogar.
Sin más ,Francesca comenzó a estudiar Filosofía y Letras ,(sólo le entusiasmaba ser culta y la materia Filosofía),sin abandonar su objetivo de ser azafata,cancelando el llamado a volar principalmente.
Leticia,la madrina de Francesca,no dejaba de alentarla,-"Yo, no entiendo a mi prima,tu mamá Fran tiene ideas raras,yo estaría feliz si mi hija quisiera ser azafata......A partir de ese momento su mami se enojó un tiempo con ella.
Bebió el último sorbo del primer café.Los recuerdos la acompañaban como fotos amarillas,de repente tomaban vida y colores intensos.
-Qué tonta fuiste Francesca,cualquier chica de hoy en día no lo soportaría ni aceptaría un minuto mostrarse obediente e incluso sumisa ante los ojos de su madre....Si, estaba condicionaba por una formación muy cerrada y obediente.Un respeto desmedido y hasta temeroso.Agregado a la cardiopatía congénita de Gianna que la tenía siempre a maltraer y en algún punto se valía de ella para condicionar hasta sus caprichos.
Sin embargo,elegir y haber seguido su vocacíon era lo obvio y lo lógico.No quiere justificarse,de nada serviría ya ,pertenece al pasado.En lo profesional era exitosa.....pero.
Afuera cada vez mas frío,bufandas,chalinas ,gorros,abrigos de toda clase en día gélido,bien invernal de julio.
Francesca volvió a mirar su reloj,faltaban unos cinco minutos.El tiempo no pasaba más.Estaba ansiosa por reencontrarse con Luciano que llegaba del interior.En la mesa de al lado una camarera sirvió una bandeja de medialunas  a un grupo de estudiantes del Instituto Universitario ubicado justo en una de las cuatro esquinas del bar.
Con la sensibilidad a flor de piel se preguntó,por qué quería huir de sus recuerdos?No deja de ocultar,de sentir cierta indignación ante su remembranza.....Se le ocurrió pensar el motivo de elegir ser azafata,si ella era una buena profesora y apasionada con la escritura y sus libros.uno de ellos traducido al portugués.Seguramente la necesidad de salir de ese entorno familiar muy machista(se privilegiaba al hombre) y tradicionalista en costumbres.
El avión era el medio para escaparse?
Inconscientemente quería cambiar ese espacio reducido a sus limitaciones en su familia.Tal vez con su vuelo" por las artes literarias,entre las clases de latín y griego,"volar"con su imaginación,a los pueblos de Grecia,de la costa Amalfitana,de Positano,hasta pasar por las capitales del interior con sus coplas y lugares típicos gauchescos,alivió su vocacion primera.
Todo parecía confabularse para revivir aquel retrato,la azafata,la espera,aquella niña que fue....
Por fin llegó Luciano.
Desde la cuadra de enfrente,le hacía ademanes con su mano anunciando su feliz presencia.En la otra llevaba un ramo de magnolias.No era época de magnolias,son de la primavera.Intuyó que habia pasado por un invernadero de La Plata,feliz de complacerla.Frescas .Luminosas.Blancas como la nieve.Entre sus preferidas,las adorables magnolias.


El sueño de ser azafata de vuelos al exterior por el mundo,aleteo una y otra vez y subió hasta tocar las nubes,besar el sol,acariciar las luces de las metrópolis,hacerle guiños a los castillos y torres,observar las olas danzantes,todo desde arriba,más arriba.

Comentarios

  1. Héctor Daniel Menvielle


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    Amo tu manantial de versos...de cuentos,y de emociones...

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